viernes, 4 de marzo de 2016

Carnalidades canónicas





Aimée García


Se ha terminado --ya por fin-- el Carnaval;  finalizan las
Carnestolendas y llega la Cuaresma, que es cuando de verdad se "tollen" las carnes.  Y no solamente por el sacrificio simbólico que los cristianos hacemos de la carne animal, sino también porque el mes de marzo suele ser la época de inicio de las dietas y los gimnasios, las carreras en busca de la talla ideal y los ayunos depurativos que nos llevarán al paraíso de la delgadez. 
Lo que buscamos, en realidad, es ajustarnos al canon, que nos persigue en la belleza física, en la calidad intelectual, en las habilidades manuales... Pero, ¿quién corta la vara que ha de servir para medir lo demás? 
Está claro que quien la corta --o lo que es lo mismo, establece el canon, pues "canon" solamente significaba en su greco origen "caña"-- puede hacerlo en muy distintas longitudes. Como mis alcances intelectuales y mi vagancia vital no me permiten indagar mucho en el intrigante --para mí-- asunto del unto (frase que sospecho que es solo de uso gallego), me conformo con que la vara de medir que usen conmigo sea simplemente más larga, o ancha. O si no, vara y media. Malo será.

1 comentario:

  1. Unto: 2. m. Crasitud o gordura interior del cuerpo del animal. Creo que es la definición ad hoc. En gallego, es lo mismo, pero rebozado en sal y envuelto en papeles de periódico... [en algunos casos, cuando no hay a mano el papel de estraza].

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